2010/03/04

...emotional branding...living experiences!

Cuando una marca "brand"  no se ha lanzado aún, o incluso antes de consolidarse en el mercado
con un posicionamiento determinado en la mente de las personas que compartiremos el medio donde se emitan sus mensajes, estamos a tiempo de enfocar el terreno con el fin de facilitar una recepción equilibrada.

Enfocar el terreno es lógico y necesario, pero si además de visionar podemos palpar, tocar, oler, sentir sus vibraciones y actuar sobre él nos estamos sumergiendo en un mundo diferente; el de la experiencia.
Lo percibimos nosotr@s, y lo perciben para quienes desarrollamos la "brand" de manera polisensorial (más allá de la visión y la escucha), afectiva y emotiva.

En la lucha por la supervivencia las personas nos aferramos a las experiencias positivas que en breve convertimos en relaciones afectivas. Recordamos las experiencias que nos generan bienestar y desechamos lo superfluo, aquello que no nos llega, llena o simplemente no conecta con nosotr@s.

La máxima parece ser que sin experiencia no hay conexión, o esta se dará de manera fortuita o volátil. Por otro lado existe la espontaneidad de las redes sociales para la interconexión, de un potencial exponencial, pero del mismo modo proporcional a la experiencia de usurari@.

Como usuari@s no compramos ni átomos ni bits, compramos experiencias! Y más vale que estas favorezcan el desarrollo de nuestra personalidad o estilo de vida, nutran nuestro espíritu o nos enriquezcan como personas, porque de lo contrario el cliente inteligente nos desechará como mercancia obsoleta; y para nuestro cometido no es deseable trabajar con el sector "no-inteligente" de la población, para luchar en precio existe otra liga.

Calidad en producto y servicio son bases de la oferta que podemos generar junto el test y prueba por parte del cliente, a quien deberíamos facilitar las herramientas para maximizar su experiencia. En este proceso estamos generando valor en comunión con él/ella, quien espontáne@ y emocional nos ofrece un código de comunicación.

La cultura generada entorno a códigos de comunicación compartidos representará el hilo conductor de experiencias, ligada a la vida y entorno a la "brand", genuina.

En este sentido, la "brand" necesita de un mínimo denominador común reflejado en embajador@s que le acompañen en el recorrido de la creación de la personalidad de la marca. Como cuando se escribe un relato que a posteriori se ve escenificado, se debe pasar de la promesa a la evidencia! y para ello qué mejor que crear y recrear historias y escenas en relación a un estilo de vida, una manera de afrontar los retos y encarar el futuro... de forjar una identidad!

2 comentarios:

Asier Viteri dijo...

Filosofo handi bat haiz Asier!!!! asko gustatu jat

asier009 dijo...

...filosofoa baino, orratzik gabeko jostuna akaso; ikasgelan jasotako pasarteak baino ez dira bata besteari atxikita! Halere, eskerrik asko!